Sunedu evalúa 66 universidades a nivel nacional

 Sunedu evalúa 66 universidades a nivel nacional
Sesenta y seis universidades públicas y privadas del Perú están actualmente bajo evaluación de la la Superintendencia Nacional de Educación Superior Universitaria ( Sunedu) para determinar si cumplen las Condiciones Básicas de Calidad (CBC) exigidas por la Ley Universitaria y lograr así el licenciamiento institucional que les permita continuar funcionando; en caso contrario, tendrían que cerrar próximamente.
 

“Este grupo de universidades se encuentra en diferentes etapas del proceso. Algunas han iniciado hace mucho tiempo, otras no tanto. Sin embargo, algunas también ya se encuentran en la etapa casi final”, informó a la Agencia Andina Martín Benavides, titular de la Sunedu.

Las universidades con licencia denegada tienen derecho a presentar una reconsideración, pero si el consejo directivo de la Sunedu vuelve a rechazar su licenciamiento deben iniciar un proceso de cierre ordenado que debe durar como máximo dos años.

Etapas del licenciamiento

De acuerdo con la Sunedu, el licenciamiento institucional tiene tres etapas: Revisión documentaria, Verificación presencial y Emisión de resolución. En la primera, la Sunedu revisa la documentación entregada por la universidad (en la cual sustenta que cumple las CBC) y luego emite un informe con los resultados.

Si el informe es favorable, se inicia la siguiente etapa en la que habrá una verificación presencial del cumplimiento de las CBC en la sede principal y filiales. El informe de lo encontrado se remite al consejo directivo de la Sunedu.

Si la casa de estudios no logra demostrar que cumple con las CBC, deberá presentar un Plan de Adecuación, en el que detallará las acciones y plazos específicos que le permitan resolver las observaciones de la Sunedu. El plazo de adecuación tiene una duración máxima de cinco meses.

Concluida la etapa anterior, el consejo directivo definirá finalmente si aprueba o deniega la Licencia Institucional de Funcionamiento.

Acaba licenciamiento

Martín Benavides indicó que la Sunedu tiene programado concluir en diciembre de este año el proceso de licenciamiento en todas las universidades del país. “Este año culminaremos porque queremos enfocarnos en una ruta de transición hacia el logro de mejores condiciones, que vayan más allá de las ‘condiciones básicas’ que se exige ahora. Queremos empezar en la articulación con la acreditación”.

Dijo que a partir del año 2020 se supervisará además el mantenimiento de las Condiciones Básicas de Calidad demostradas por las universidades que lograron licenciarse.

“Tenemos una agenda grande de acciones para el fortalecimiento del sistema universitario peruano. El mensaje para los rectores es el mismo de siempre, que las universidades cumplan las condiciones básicas de calidad; si las cumplen, se les felicitará porque eso supone un esfuerzo por darle al país una universidad mejor de la que venían ofreciendo; de lo contrario se les denegará la licencia”, subrayó.

Días difíciles

A la fecha, son ocho las universidades con licenciamiento denegado: Universidad Peruana de Arte Orval, Peruana de Integración Global, Peruana de Investigación y Negocios; Universidad de Lambayeque, Marítima del Perú, Simón Bolívar, Sergio Bernales y Telesup. Esta última, con cerca de 20,000 estudiantes, informó que apelará ante el consejo directivo de la Sunedu.

“Son momentos difíciles para muchos estudiantes del país, pero también esperanzadores para el sistema universitario en su conjunto”, agregó Benavides al indicar que existen casas superiores de estudio que están cambiando para mejor, “demostrando que esto no es únicamente una labor del Estado, sino principalmente de las universidades”.

“Estamos lidiando con situaciones muy complejas, de universidades privadas y públicas que tuvieron apuestas por incluir a más personas al sistema universitario, pero no fueron apuestas por la calidad, posiblemente las razones fueron políticas o de otra naturaleza, que no terminaron siendo sostenibles”, añadió.

Citó, por ejemplo, el caso de algunos alcaldes que entregaron terrenos para alguna filial universitaria, generándose así un espacio universitario con 1,000 o 2,000 estudiantes que lamentablemente se enfrentan a un contexto de mala calidad. “Eso termina reproduciendo desigualdad de oportunidades”, apuntó.

“Por eso –señaló–, tanto el Estado como las universidades privadas deben comenzar a pensar en cómo hacer un buen balance entre la inclusión y la calidad.”

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